Cuando entendemos que la vida va más allá del afán, de la ansiedad, del cansancio, del miedo, así como va mucho más allá del TENER, damos un paso hermoso en rendirnos ante la inmensidad de un ser o una energía, como bien quieran llamarlo, que se encarga de guiar, mandar señales y hacernos ver que hay cielo para todos, agua para todos, camino para todos y oportunidades por millón que no vemos por estar ciegos a lo que es bonito.
A la mierda la meritocracia, y lo digo en serio. Sí, estoy de acuerdo, en todo juego hay que hacer puntos, pero de ahí a que tengas que demostrar mil veces y ante mil personas que tu cabeza vale, que tu idea tiene sentido, que tu empresa vale la pena, que tu cargo es importante, que tu casa es hermosa, que tu familia es linda, y así sucesivamente podemos ir enumerando, sin darte cuenta te metes en una carrera en donde tu autoestima se va a ver afectada de forma permanente, y es más, vas a creerte en miles de ocasiones que lo que dicen afuera es verdad.
Los sueños que no haces realidad se quedan en el plano de la imaginación, y si todo lo sigues construyendo sólo en la imaginación pues el sentimiento de frustración casi que permanente te acompañará y no te dejará en paz. Sencillo, si no pasas al plano tangible ese intangible que tienes en tu cabeza, entonces ¿Qué estás haciendo?
Todos necesitamos un proceso de rehabilitación, un proceso de retiro, de autoconocimiento en donde nos damos cuenta de que tenemos en la cabeza una cantidad de basura que nos llena de ideas que nos ponen mil grilletes. Dios existe, y no estoy hablando de religión, evidentemente la forma en la que creo en Dios difiere de muchos y no hablo del tema en demasía, pero eleva tus ojos, entrégate y pídele las señales que se necesitan para SER en tu en esencia, en tus sueños y para tener la fortaleza de … again … mandar a la mierda lo que te duele, lo que no es para ti, lo que no quieres vivir más.
¿Quién dijo que se venía a este mundo a sufrir?
¿Quién dijo que desde arriba te señalaron y dijeron, sí a ese personaje hay que “montársela” y que todo le quede bien difícil?
¿Quién dijo que el amor no era para ti?
¿Quién dijo que de eso tan bueno no dan tanto?
Eso sí, talento que no usas, talento que se atrofia, así que, si no estás usando tus talentos, mejor no te quejes, y asúmelo, no usarlos es tu infinita culpa.
TODOS SOMOS LUZ, TODOS VINIMOS A ILUMINAR.
Si no lo haces tú por ti, nadie más lo hará.
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