Levanta los ojos de mirar al piso.

Sube tu cabeza y mira al cielo.

Abre tus brazos y deja que el viento, el sol, el frio, la lluvia o el calor te acompañen, te llenen de energía.

Sé diferente, no te encasilles, no vayas como un ratoncito detrás del queso.

Detente, obsérvate, deja que las emociones salgan y luego recoge y alinea.

No todo es fácil pero no por eso la vida deja de ser linda.

No todo es como quisiéramos que fuera, pero no por eso la vida deja de entregarte cosas maravillosas.

No todo se da en el tiempo que queremos, pero no desconfíes de que el tiempo es, será y seguirá siendo perfecto.

Levanta la mirada.

Los ojos apuntan al frente.

Da un paso adelante y haz que el otro pie no se quede atrás por mucho tiempo, ayúdale a despegar.

Tu cuerpo entero necesita de tu mente para moverse y tu mente necesita de tu cuerpo entero igual para avanzar.

Cuando levantes la mirada, observa todo, abre tus sentidos, y ahora sí cierra los ojos con fuerza y date el crédito y el mérito por todo lo que has construido, del lugar donde has llegado y de todo el camino que frente a ti tienes para construir.

Si vas a mirar el piso que sea simplemente para saltar la piedra que tienes al frente.

Vigila tu andar, agradece la enseñanza del paso que ya diste, bendice el paso que vas a dar al frente y ten mucha fe.  La vida se vive día a día, no te niegues a ti mismo la oportunidad de ver qué hay del otro lado del puente.

Go For It Now,