Estamos a poco más de un mes de terminar el 2019 y con él, de cerrar una década.  Se llega un 2020 con una incertidumbre grande en temas financieros, políticos, económicos y sociales para el mundo entero y no podemos pretender que nada de eso nos afecte o por lo menos no nos ponga a pensar si estamos en el camino correcto o si estamos haciendo las cosas de forma tal que nuestra tranquilidad esté medianamente bien guardada.  Pensar que lo que afecta a los demás no nos afecta a nosotros es un poco utópico, pero al mismo tiempo pensar que no vamos a encontrar oportunidades grandes sería negar el ser capaces de navegar en la incertidumbre.

Somos maravillosos haciendo estrategia y planeación de nuestro mundo laboral, bien sea o porque somos los dueños del letrero y sí o sí debemos ser disciplinados, o porque hacemos parte de una organización y los objetivos de nuestro rol deben ser cumplidos.  Pero … ¿Somos igual de rigurosos al planear de forma “sesuda” nuestra vida?

Por estos días todos o por lo menos un porcentaje bien alto de nosotros, comienza a ver el año que termina con ceja levantada, analizando qué se hizo y qué se dejó de hacer, y visualizamos el que viene con una energía bonita esperando cumplir todo lo que no hicimos este y esperamos hacer en el otro, y en esa inercia llevamos la vida entera.

Seamos realistas y hagamos un análisis sencillo … ¿Cierras este 2019 y parte de la levantada de la ceja es un tilín (o quizás mucha) frustración por lo que dejaste de hacer? ¿Tenías expectativas muy altas en algún área de tu vida y encontraste todas las justificaciones del caso necesarias para no hacerlas? ¿Te llegaron temas inesperados de familia, salud, dinero, trabajo que hicieron que tus planes cambiaran? ¿Cómo está, sin importar lo que hayas cumplido y lo que no, vivido y lo que no, tu nivel de agradecimiento a la vida por lo que eres y tienes? ¿Cómo está tu autocrítica, te estás latigando o te estás amando?

Sin importar el momento de vida en el que estemos, dejo acá mi rueda de vida, aquella con la que trabajo con mis clientes en sus planes de desarrollo como personas, como seres normales que quieren una vida más presente … en cada área piensa qué quieres, ponte un máximo de tres metas … NO MÁS y no por mediocre sino porque genuinamente si escribes más quizás el tiempo no te alcance.

Hazte un favor … SIMPLIFÍCATE … hazte cargo de ti … eres el único responsable de tus frustraciones!

Go For It … NOW!